Maravilloso paisaje de Andorra la Vella, capital del Principado de Andorra, donde la artista nos lleva mediante un movimiento en espiral, desde el arroyo en primer plano, por los dos árboles de la izquierda, hacia las casas en lo alto de la ciudad, y después hacia el campanario románico de la iglesia de Saint-Estève, cuya verticalidad, reforzada por el arbusto de la derecha en primer plano, nos lleva al corazón del dibujo, hacia un grupo de caballos bebiendo en un embalse hecho de guijarros montañeses.
El tratamiento más insistente del agua del arroyo, de las laderas de las montañas y de los caballos aportan vida y diálogo con las zonas de la lámina del dibujo que quedaron inmaculadas.
De estilo vivo y moderno, bajo algunos trazos expresando la inmensidad de la montaña pirenaica, la pluma de Germaine Lacaze nos hace viajar en todas direcciones en este paisaje bucólico y urbano.