Bella y cálida visión de un rincón de la playa donde se superponen de abajo arriba, entre un mar y un cielo tratados con los mismos colores azul verde teñidos de rosa, bañistas en la arena, sombrillas, carpas típicas de Arcachón y un paisaje arenoso.
El cuerpo bronceado de un bañista tendido en la arena sobre su toalla malva es el punto central de la composición, sobre todo porque los otros bañistas sentados parecen rodearle desde la distancia bajo sus sombrillas, cuyas formas multicolores sobredimensionadas iluminan el lienzo.
Pero el verdadera proeza de esta obra es la yuxtaposición de una multiplicidad de colores, cálidos y fríos, oscuros y claros, que priman sobre las formas bajo el poder de un sol que adivinamos generoso.