Magnífico panorama de mujeres guatemaltecas en familia en el mercado de Chichicastenango.
Bajo un damero de rectángulos desnudos en colores pastel, las formas circulares de las cabezas y de las flores se alternan horizontalmente aportando vida y colores en el centro del lienzo. Verticales y diagonales marcan el ritmo pictórico de la escena: tallos de flores, largas trenzas negras, el pilar central, las telas tendidas del mercado…
Todo vibra de luminosidad: las pieles cobrizas, los reflejos de la luz sobre los puestos, los cabellos negros, los colores cálidos y fríos de las prendas… todo ello, en un in crescendo vertical culminando sobre la rodaja de una sandía de un rojo vivo en primer plano.
Más allá del encanto típico de la escena de este mundo maya, los rostros apenas esbozados con los ojos cerrados del trío femenino aportan una interioridad conmovedora, una comunión entre estos seres de generaciones diferentes en un mundo de flores gigantescas.