Realizado a los 23 años, este autorretrato con jarrón de flores tiene una composición original con una perspectiva huidiza en diagonal. En la parte inferior izquierda, un bodegón en contrapicado compuesto por un ramo de tulipanes rojos sobre una mesa, y a la derecha en la parte superior, el retrato de la pintora visto desde un espejo, la mano izquierda en la cintura y el brazo derecho escondido que imaginamos levantado, con el pincel en la mano.
Las numerosas verticales y diagonales, rectilíneas o curvas, crean zonas triangulares que se agrupan de abajo arriba, estructurando la composición.
Salvo el color rojo de los tulipanes, los blancos y negros comparten entre sí y casi por completo la paleta de colores. Los brillos de la luz blanca (vestido, manga y fondo del lienzo) contrastan con las zonas de sombra (libro, marco de la puerta, busto y cabeza) dando movimiento a la obra, sobre todo con la apertura luminosa en el fondo.
Otorgando la importancia tanto al bodegón como a su autorretrato, el lienzo muestra la pasión de la pintora por estos ramos de flores que constituirán una importante fuente de inspiración para su futura obra.
Este lienzo de juventud recibió el premio de obras de vacaciones en el taller Lucien Simon en las Bellas Artes de París.