Este original bodegón de una silla «vestida» con una mantilla negra y “calzada” con zapatos blancos de tacón demuestra el apego de la pintora al folclore popular español tan presente en la España de los años 60.
El color rojo granate del asiento de la silla calada de madera negra y de la tela bajo la mantilla se ve realzado por los colores fríos, verde y azul, en el suelo y en la pared del fondo.
Llevada como una bufanda tricolor, la hermosa mantilla atraviesa el lienzo en diagonal y los zapatos colocados bajo la silla nos interrogan sobre la manola.