Hermosa composición en altura de dos figuras femeninas en un rincón del jardín visiblemente en verano en Villeneuve-le-Comte con contrastes llenos de vibraciones coloridas en los ocres, los naranjas, los blancos azulados y en los verdes oscuros.
Las dos figuras del lienzo son femeninas: una joven rubia pintada de cuerpo entero a la derecha, Françoise, con una luminosa blusa blanca, concentrada en manejar un bote colocado frente a ella sobre una mesa redonda de hierro ocupando el primer plano, y la madre de la artista sentada al fondo a la izquierda con un gran sombrero y un periódico en la mano mirando a la joven. Sobre la mesa cubierta con un mantel naranja preside un gran melón o una calabaza.
Los trazos negros delimitan los brazos y las piernas de Françoise. Las pinceladas situadas en paralelo construyen las zonas luminosas, las sombras y moldean los volúmenes. Diagonales y óvalos se suceden. Nuestra mirada sube y baja atraída por los toques claros de la escena.
La modelo Françoise es la primera de las tres ahijadas de la artista. Vivió parte de su juventud en el seno de la familia Lacaze durante los años 40 y 50.