Una gran mesa rectangular sobre la que están colocadas dos teteras, algunas frutas, un plato con pastelitos y un hermoso brioche de Crécy-la-Chapelle en Brie que da nombre al lienzo.
Los colores cálidos de las frutas y del brioche descansan sobre un mantel azul alternándose con el azul verdoso de la puerta vidriera del fondo. Las formas redondas de los objetos expuestos en el mantel contrastan con las formas rectilíneas de la mesa y de los cristales de la puerta vidriera. Ésta sugiere un jardín inundado de luz que proyecta, a contraluz, la sombra del marco de los cristales de la puerta vidriera sobre la pared izquierda detrás de la mesa.
La composición dispersa del bodegón nos deja admirar el mantel cuyo tratamiento con toques luminosos crea una superficie en movimiento característico del estilo « Lacaze », donde la mirada no se aburre nunca.
Al igual que a través del marco de la puerta vidriera, los objetos colocados en H sobre la mesa dejan pasar las vibraciones coloridas del mantel.
Celebración de la mesa y de sus placeres, este lienzo es sobre todo, un canto al poder de la luz que atraviesa el espacio y magnifica cada objeto cotidiano en un tono suave.