Un lienzo muy pequeño para esta gran vista panorámica del Lago de Atitlán en Guatemala rodeado de sus majestuosos volcanes. Su agua cristalina de color azul turquesa ha llamado visiblemente la atención del pintor. Tres siluetas y un macizo rocoso morado resaltan la inmensidad del lugar.
Los colores puros habitan la naturaleza y la gente de este país maya: Germaine Lacaze da testimonio de ello en todos sus formatos dedicados a esta parte del mundo, desde el más grande hasta el más pequeño.