Esta acuarela muestra a una mujer desnuda sentada en el taller de la pintora ocupada poniéndose – o quitándose – una media negra en su pierna derecha.
Más allá de la sensualidad de la escena y del gesto, la artista resalta las curvas redondeadas del cuerpo femenino con colores nacarados en amarillo pálido con un ambiente de contornos mucho más rectilíneos de tonos azules y rojos más intensos.
Por su color y posición, esta pierna revestida de negro desvía púdicamente nuestra mirada del cuerpo desnudo de esta mujer que irradia la acuarela: es el poder de la ilusión de la prenda que oculta y realza a la vez.