Este suntuoso retrato todo en colores cálidos de una modelo sentada con una combinación blanca y un salto de cama amarillo es ante todo un himno a la belleza femenina.
La piel bronceada de las piernas desnudas, del escote y del rostro de la mujer destacan en medio del interior del taller de la artista con unos lienzos y un velador sobre el que está colocado un busto envuelto por un paño.
La modelo que contemplamos y que está pintada con toda su belleza, se mira a su vez en el espejo de una polvera. En un juego de embellecimiento recíproco, la artista maquilla la visión de su hermosa modelo poniéndose pintalabios.
La modelo es Micheline Pannebiau, conocida como «Michou», prima segunda de la artista que sirvió de modelo para varios lienzos. Durante sus estancias en casa de sus padres en el pueblo de La Teste, cerca de Arcachón, Germaine Lacaze pintó hermosas playas, composiciones y jardines de la Bahía de Arcachón.