Esta vista del mercado en el Boulevard de Reuilly en el distrito 12 de París está construida en estratos, con una multitud frente a las vitrinas iluminadas, especialmente de frutas en la parte inferior derecha, los techos horizontales de los puestos de los comerciantes de media lona y los árboles negros y sin hojas frente a las fachadas de los edificios en la parte superior del lienzo. La arquitectura de un quiosco que emerge del mercado bajo los árboles asegura la estabilidad vertical de la obra.
Bajo el entramado rectilíneo y oscuro formado por las ramas negras de los plátanos, los toques de color más cálidos y luminosos de la parte inferior del lienzo atestiguan la cálida vivacidad de estos mercados parisinos al aire libre que el artista pinta con evidente placer.
Dos pelotas redondas infantiles a la derecha, la silueta morada de un suéter fantasmal que destaca al pie del quiosco y un pequeño perro seguido de su ama en el primer piso llaman nuestra atención y aportan toques de poesía pictórica inherentes a estos lugares populares.