Pequeño rincón de playa por la mañana frente a la bahía de Arcachón, con, vistos de espaldas, algunos bañistas sentados en la playa a los pies de dos sombrillas, una cerrada y otra abierta e inclinada, cuyo color malva irradia toda la obra.
Los trazos luminosos en amarillo claro salpican el lienzo sobre la superficie de la arena, del agua y del cielo creando una bella atmósfera donde la playa se baña.
Los toques de la pintura de Lacaze recrean la luz y el mundo.