Este pequeño desnudo de una mujer morena tumbada de espaldas a un espejo o a una página en blanco rezuma sensualidad y clasicismo, aunque el tratamiento del reflejo de los colores fríos de los paños sobre el cuerpo forma parte de un supuesto modernismo.
En unas pocas pinceladas, la artista capta la dinámica de las curvas del cuerpo femenino reforzadas por un entorno mucho más rectilíneo.
Misterio de reflexión, de desnudez asertiva y oculta, esta obra destila una bella sensualidad que nos transporta al sueño de esta mujer reclinada.