En un sofá rojo reluciente, en el estudio del pintor, reconocible por algunos lienzos volteados en la parte superior derecha, una modelo está acostada, con el pecho y las piernas desnudas, la mirada baja sobre una mandolina sostenida en sus dos manos.
El pelo corto y negro sujeto por un nudo en la espalda revela un rostro con labios rojos que suponemos que está sonriendo. Una mesa de pedestal que sostiene un jarrón azul con un boceto de plantas con hojas amarillas habita la parte izquierda del lienzo en vertical.
Además del contraste de colores entre el color claro de la modelo y su taparrabos blanco sobre el rojo del sofá, el ambiente rectilíneo que rodea a la modelo se opone a la mandorla del sofá sobre la que destaca el cuerpo con el pecho desnudo de la modelo.