Este bello retrato de la madre de la artista, pintada de frente, sentada en un sillón con su mano izquierda sujetando un trozo de tela delante de una mesa con un ramo y unas tijeras de costura en primer plano, es original, tanto por su composición – el eje de la modelo está posicionado de forma inclinada ligeramente desplazado sobre la izquierda – como por la mirada abierta de los ojos de la modelo con cejas arqueadas muy marcadas, cuyo trazo con el cabello evoca el escote del vestido negro.
El estilo es ligero, los fondos lisos de pinturas negras y blancas realzan dos zonas pictóricas que parecen desplazadas entre sí.
La madre de la artista, Marie Celina Lacaze, conocida como Jeanne, cuyo apellido de nacimiento era Chabres, (1887-1953), es conocida por su carácter amable. Es un gran apoyo en la carrera pictórica de su única hija, reconociendo que ésta será la pasión de su vida.
Este lienzo fue ofrecido por la artista al Museo de Bellas Artes de Burdeos en diciembre de 1993, unas semanas antes de su fallecimiento.