Este pequeño y hermoso lienzo esboza una escena de playa en el Bahía de Arcachón.
La familia está reagrupada sobre sí misma a la sombra de una sombrilla en el calor de la playa. Una arboleda de pinos al fondo refresca la escena, más que el borde del agua en primer plano.
Este lienzo cálido y vivo irradia luminosidad. El ojo de la pintora amplifica las luces y las sombras: nada de tibiezas en los colores ni en los bocetos de los personajes pintados en pocos trazos por el pincel de Germaine Lacaze, quien, a través de un calor que adivinamos sofocante, sólo acentúa las vibraciones luminosas.