Este grabado representa el Quai des Grands Augustins en la orilla izquierda del Sena visto desde el Pont Neuf.
Si bien reconocemos el puente de Saint-Michel y el campanario de la iglesia de San Severin, son los descensos en « tobogán » de los muelles, los volúmenes « en movimiento » de los barcos y las siluetas « esqueléticas » de los plataneros elevándose hacia el cielo, los únicos seres vivos del paisaje, los que hacen la originalidad de esta vista visiblemente nocturna de París.
Los barcos y los tejados estructuran en paralelo la perspectiva entre el cielo y el Sena tratados a modo de espejo.
Este grabado forma parte de una serie de una veintena de paisajes de París.