Dibujo en tinta china de las estatuas de vestales en el foro romano en medio de la vegetación. Al fondo, a la izquierda, el templo de Rómulo y a la derecha la basílica de Santa Francesca Romana.
Los diferentes tratamientos gráficos, todo el follaje garabateado y todas las líneas de fuerza de las piedras antiguas, atrapan nuestra mirada y la hacen deambular por numerosas perspectivas: verticalidades de los cuerpos de las vestales y del campanario de la basílica erguida al fondo, diagonal descendente de los pedestales de las estatuas, diagonal ascendente del camino lateral subiendo hacia el templo de Rómulo, nubes elevándose en espirales de humo… El silencio de este dibujo nos hace sentir la fuerza atemporal y romántica de este lugar donde las mujeres consagradas vigilaban para mantener el fuego sagrado de la Ciudad.
Al situar en el centro de la lámina la única vestal aún intacta al mismo nivel en escorzo que el campanario de la basílica romana, la artista expresa quizás indirectamente su propio compromiso artístico, asumido también desde muy joven y que el éxito de las nuevas «religiones» pictóricas no lograron desviar.