Vista de los andenes del metro de París con una multitud de la que destaca en primer plano una mujer, tal vez una joven viuda, con su bebé en brazos, un niño pequeño y una pieza de equipaje a sus pies. Del túnel, en el fondo del lienzo, emerge el metro.
Azules, marrones y marrones crean un ambiente frío y triste. Solo la mancha blanca en la ropa del bebé golpea justo en el centro.
La perspectiva original, la oposición de vacíos y sólidos, el uso de una sola mancha blanca en una paleta oscura para iluminar la humanidad de la escena ya revelan un ojo y un pincel experimentados.
Esta pintura fue realizada por Germaine Lacaze durante sus estudios en el Beaux-Arts de París en el taller de Lucien Simon, quien empujó a sus alumnos a abordar los temas de la vida cotidiana: bistrós, metro, autobuses, parisinos en los cafés… son entonces para el artista sujetos tomados para ejercitar su ojo y esbozar la vida cotidiana.