Dibujo en tinta china de los tejados de Siena vistos desde la Torre del Mangia del Palazzo Pubblico. El casco antiguo detrás del Duomo y su campanario se extiende ante nuestros ojos. A finales de los años 50, Italia se convirtió para la artista en un destino que completa su pasión por los países del sur.
La mirada se deleita en recorrer este laberinto de tejados y terrazas que avanzan hacia nosotros en diagonales sucesivas. El famoso campanario del Duomo, todo de mármol negro y blanco emerge del paisaje.
Esta obra ilustra el placer de la artista en trazar visiones donde se acumulan en varios planos, formas geométricas y perspectivas fraccionadas. Los detalles – siluetas en una plaza, prendas secándose en una azotea, esbozos de nubes… – aportan un toque nervioso y moderno al dibujo.