Magnífica vista panorámica de Toledo, todo en colores cálidos, dominando un Tajo en tono verde y azul ultramar.
Bajo un cielo incandescente al atardecer, la Catedral de Santa María y las casas del casco antiguo con paredes azules y techos rojos emergen en la parte superior del lienzo entre dos colinas, incluyendo el Alcázar a la derecha apenas esbozado. En el centro, un pequeño camino fluye desembocando en primer plano, en la parte inferior del lienzo, en unas casas a orillas del río.
Las formas triangulares que estructuran el paisaje convergen en el centro del lienzo que, avanzando hacia el espectador, da al primer plano un bonito efecto de lupa subrayado por la curva del Tajo. Los trazos coloridos del pincel de la artista construyen tanto los edificios, como las terrosas laderas desnudas de las colinas y el cielo resplandeciente al sol del atardecer.
La paleta dominante de amarillos, ocres y naranjas enrojecidos, realzada por los toques de azules y verdes, ofrece a este lienzo una radiante calidez simbolizando a la perfección la fascinación de la artista por el mundo español.
Paisaje frecuentemente pintado por pintores enamorados de España, la hermosa visión de Germaine Lacaze privilegia tanto el color como la forma.